Tú eliges la velocidad y cómo derrapar en el territorio digital

No hay nada nuevo, hay cuatro generaciones en pie, testigos de la cuarta y más importante revolución de la historia de la humanidad: la revolución digital. La democratización de las comunicaciones a través de la red nos ha colocado en un territorio digital y un momento humanista en el que la persona está en el centro de un prisma con tres lados:

– El internet de las cosas

– La hiperconexión y la transparencia

– La economía colaborativa

El 47% de directivos tienen miedo a la transformación digital en su entorno.

Pisar este territorio digital requiere aceptar y bajar las barreras del miedo –o como yo digo, ¡No al acojoning digital!-, y tener una visión que nos mueva la pasión para transformar comportamientos con optimismo digital. Aprender a desaprender para cuestionar el statu quo y funcionar mano a mano con la tecnología, la innovación, la creatividad… en definitiva, las nuevas reglas socioeconómicas de lo digital.

En mi opinión, lo que da miedo de este territorio es la velocidad con la que cambian las cosas; la buena noticia es que surfear a toda velocidad por el cambio digital no es más que una cuestión de actitud. De adaptar -en la medida que uno quiera, eso es lo bueno, que podemos elegir-, comportamientos y estilos de vida.

Perfil de un Knowmad

En los últimos 5 años la tendencia de las organizaciones va hacia una  transformación de la cultura y liderazgo de los directivos basada en romper silos y compartir una visión alineada, contada con claridad, apertura y flexibilidad. Y no es casualidad, en este mismo periodo yo he escuchado activamente durante más de 4.500 horas a diferentes directivos, y esta escucha me ha llevado a una reflexión-evidencia: sólo el 35% de ellos aprueban las tres asignaturas clave para un liderazgo 3.0.:

1) Saber cuál es su propósito y saber en qué son buenos, cuáles son sus talentos de excelencia.

2) Gestionar y no usar sus networkings para conseguir mayor ownership de su carrera profesional.

3) Ser grandes contadores de historias creando engagement con otros.

A fin de cuentas se reduce a saber en qué uno es bueno, qué quiere contar y en qué foros, y cómo hacerlo. Dejar de ser un directivo marca blanca, un diletante, para empoderarse de sus carreras. Dejar de pedir favores en los postres de las comidas de negocios para presentarse, brillantes, desde el aperitivo, así como tener los recursos necesarios para conectar con la audiencia, y ser recordados.

Musarión Líder Coach Brand Talent y Sotrytelling Management

Si el contenido es el rey, el contenido son ellos, los directivos. Sus pasiones son lo que les da valor, lo que genera engagement, lo que les hace únicos, y esto aporta valor y hace la diferencia en las organizaciones.

Inma Peñaranda
https://linkedin.com/in/inmapenarandajo

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