Norte Compartido, Astérix, Obélix y Equipos de Alto Rendimiento

¿Tus equipos funcionan en el alto rendimiento? ¿Tienen un norte compartido?

¿Qué pasa si no conoces a la persona que tienes al lado? ¿Si no sabes en qué es buena, tan buena que tiene algo que aportarte? ¿Si no sabes en qué eres mejor tú y por tanto puedes ayudarla? Lo que pasa es que no tienes un equipo. Muchas personas trabajando juntas no son, necesariamente, un equipo.

Un equipo es un grupo de personas trabajando a favor de un objetivo común. De unos resultados colectivos. Expertos en distintas materias, con distintas capacidades y habilidades. Ni mejores, ni peores: distintas, complementarias. No en vano la base de la pirámide sobre la que se construye un equipo de alto rendimiento es la confianza, no en el sentido de contar secretos, sino de saber que eres parte de un grupo ante el que mostrarte vulnerable.

En Musarión, los talleres de trabajo con equipos de alto rendimiento, Play to Win, los hacemos fuera del ámbito habitual de las personas. Recuerdo con especial cariño un Workshop que hicimos en una aldea de 15 casas a pocos kilómetros de Lisboa. Estar tan alejados de todo, en un sitio tan pequeño me hizo pensar en los dos galos más famosos del Uderzo y Goscinny. Porque durante dos días la aldea se convirtió en nuestra fortaleza.

“Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos. ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor”.

Suena a broma pero es un buen ejemplo. Un equipo de liderazgo cohesivo tiene que tener una visión alineada y una estrategia que permee a toda la organización, ya sea mantenerse a salvo de los romanos o incrementar el volumen de ventas de un determinado producto. En un equipo de alto rendimiento unos aprenden de otros. A no tirarse a la marmita o a no evitar una reunión necesaria. A asumir responsabilidades. En un equipo de alto rendimiento todos saben quién hace qué. Cuánta poción toma cada uno. Quién tiene que llevar un jabalí para la cena. Un equipo de alto rendimiento tiene una comunicación clara y eficaz, con mensajes que lleguen a toda la organización (a ser posible con un buen Storyteller, alguien que cante mejor que Asurancetúrix).

Y sin perder nunca de vista que se trata de jugar para ganar, y no jugar para no perder. O si no preguntadles a Astérix y Obélix si su objetivo no era mandar a los romanos de vuelta a Roma…

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