La importancia del Mindfulness para alcanzar un equilibrio en la vida
El término Mindfulness está sonando cada vez con más fuerza, ya no sólo en los ámbitos de desarrollo personal y espiritual sino también en ámbitos como la empresa, las organizaciones y las escuelas, institutos y universidades.
¿Te preguntas qué es Mindfulness? Básicamente, atención plena y conciencia del presente, del aquí y del ahora. Es una actitud y una práctica. Nos inspira a dejar de correr con nuestra mente hacia el pasado y hacia el futuro y saber vivir más plenamente todo lo que hacemos y todo lo que sucede en el presente. Vivir, en suma, con mayor conciencia tanto de lo que sucede a nuestro alrededor como de lo que se manifiesta en nuestro interior, nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestros estados de ánimo.
Todo ello implica, como puedes suponer, una necesidad de desacelerar y centrarnos con más atención en lo que sucede en este momento, en las dos dimensiones, exterior e interior. Ahí es donde radica la fuerza del Mindfulness: al hacernos más conscientes de las diferentes dimensiones de la realidad presente, expandimos nuestras capacidades internas de observación, de discernimiento y de decisión. En consecuencia, entre otros numerosos beneficios, nos volvemos más reflexivos y sosegados, no dejamos que nuestros hábitos y tendencias reactivas nos controlen y dominen y empezamos a tomar decisiones desde un espacio de mayor claridad y perspectiva. No es poca cosa.
En el ámbito del coaching, la formación y la consultoría, siento que la práctica del Mindfulness es muy esencial, puesto que son metodologías y disciplinas que están orientadas principalmente al servicio y a dar lo mejor de nuestros recursos y habilidades a fin de acompañar y entrenar a nuestros clientes. Por ello, la práctica del Mindfulness también supone una elevación del nivel de calidad de estas actuaciones. Fortaleciendo la presencia y la conciencia plena, el coach, consultor o formador, es capaz de captar muchos más matices de las necesidades del cliente y ofrecer, en consecuencia, procesos mucho más eficaces y adaptados a sus necesidades.
A fin de practicar Mindfulness empieza por lo más básico, para por unos momentos y siente la energía de tu cuerpo y permite que se vaya relajando a medida que recorres con tu atención las diferentes partes. A continuación céntrate en el fluir de tu respiración y permite que ésta se haga más amplia, más consciente, más profunda. Sin forzarla, acompañando.